La fibromatosis uterina es una de las enfermedades que afectan a la mujer, desde edad fértil hasta la menopausia.
Generalmente, cursa sin síntomas, que, en dependencia, de la evolución, surge con un cuadro clínico instaurado.
Por lo tanto, partiremos de las generalidades de la fibromatosis uterina, desde las causas, principales síntomas y el tratamiento a seguir.
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¿Qué es la fibromatosis uterina?
Particularmente, se le conoce como ‘miomas uterinos’ y son tumores de procedencia benigna que se forman en el músculo liso del útero.
Por lo general, cursan sin síntomas o en ocasiones, puede haber un flujo o sangrado uterino anormal, molestias o dolor en bajo vientre y presión.
En el argot médico, tiene diversos sinónimos como ‘miomatosis uterina’, fibroma uterino o leiomioma uterino, siendo el mismo significado.
Causas
No existe una causa específica que denota con la aparición de la fibromatosis uterina, pero hay factores predisponentes que potencian la formación de los miomas.
Entre los factores de riesgo de miomas uterinos, podemos citar el tabaquismo o habito de fumar, embarazos múltiples, promiscuidad, antecedentes familiares de fibromatosis uterina y uso prolongado de métodos anticonceptivos.
Por otra parte, los miomas uterinos son los tumores benignos pélvicos más comunes y que surgen con frecuencia en las consultas de ginecología.
En cuanto a su epidemiología, surgen en edad fértil y menopausia, aunque es más frecuente en mujeres que superan los 40 años.
A su vez, hay una mayor distribución con respecto a la raza de la paciente, siendo más frecuente en las de raza negra o afrodescendientes que las caucásicas o asiáticas.
Síntomas de la fibromatosis uterina
En los primeros hallazgos de los miomas, pueden cursar sin síntomas o desapercibidos hasta provocar un sangrado uterino irregular y frecuente.
Dicho sangrado puede aumentar en calidad y frecuencia, dependiendo de la ubicación del mioma, especialmente, si se ubica en el tejido submucoso.
Generalmente, suele estar acompañado de ligeras molestias hasta dolor profuso, este último síntoma si se encuentra el mioma en torsión o gigante.
A su vez, pueden presentar síntomas urinarios como ardor al orinar, aumento en la frecuencia en la micción y en algunas situaciones, incontinencia urinaria.
Por su parte, las mujeres con miomatosis uterina pueden presentar estreñimiento, dependiendo de la extensión de los miomas.
Otros de los síntomas de la fibromatosis uterina, pueden ser anemia por los sangrados constantes, aumentar el riesgo de infertilidad y en las mujeres embarazadas, alteración en la presentación fetal.
En el caso de las mujeres embarazadas con miomas, hay riesgo de posibilidad de contracciones uterinas, aborto espontáneo y hemorragia posparto.
Tipos de miomas uterinos
- Subseroso: se encuentran localizados en la parte inferior del útero
- Intramural: situados en la pared del útero
- Submucoso: debajo del endometrio
- Pedunculado o pediculado: Se conecta por un tallo o fino cordón.
Diagnóstico de la fibromatosis uterina
En primer lugar, la paciente puede acudir por una molestia o sangrado anormal que, en muchas ocasiones, no se corresponde con la menstruación (más si es menopáusica).
Durante el examen físico, se puede detecta un crecimiento anormal del útero, siendo una masa móvil e irregular durante la palpación.
Por otro lado, se acudirá a los recursos imagenológicos, en caso, que exista síntomas como sangrado, presión pélvica y alteraciones urinarias.
Generalmente, se realiza estudio ecosonográfico, como el ultrasonido transvaginal y otra alternativa, es la histerosonografía.
La histerosonografía permite la ubicación precisa y exacta de los miomas uterinos, para ello, se instila solución fisiológica en el útero y se detecta los tumores.
En caso de que los dos estudios por imágenes no lleguen a una conclusión precisa, se recomienda la realización de la RM y biopsia en lesiones pequeñas.
Tratamiento
La terapéutica puede ser tanto por la administración de hormonas y la extracción de los miomas, en caso de que la paciente desee tener hijos.
Cabe resaltar, que, si los miomas no cursan con síntomas, no es necesario la instauración del tratamiento, pero sí un seguimiento hecho por tu médico de confianza.
Entre los medicamentos para los fibromas, se encuentran los agonistas de la GnRH, antiprogestágenos, danazol, ácido tranexámico, progestágenos exógenos, y otros.
En caso de que tengas síntomas relacionados, es mejor acudir al médico para una valoración exhaustiva. Recuerda evitar la automedicación.
Autores: Samuel y Marines de García.
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