Uno de los síntomas que pueden temer a cada embarazada, es la hiperémesis gravídica, cuya sintomatología capital es la presencia de náuseas y vómitos persistentes en la gestación.
Ahora bien, en este post, explicaremos ¿qué es la hiperémesis gravídica?, desde sus causas, síntomas y tratamiento para estos síntomas.
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¿Qué es la hiperémesis gravídica?
Es la sensación persistente y continúa de náuseas con la expulsión de contenido alimenticio o líquido en forma de vómitos, que ocurre durante el embarazo.
Por su parte, este evento se denomina de tal manera, cuando las sensaciones de náuseas y vómitos son muy constantes y persistente, que pueden llevar a un cuadro de deshidratación en la embarazada.
Causas
La hiperémesis gravídica es un evento muy diferente a las náuseas que experimenta la embarazada durante la gestación, debido a que estas últimas son esporádicas y no persistente.
Con respecto a las causas de la hiperémesis gravídica, es incierta, pero algunos estudios aseguran que se deben al incremento de la hormona gonadotropina coriónica humana.
La elevación de esta hormona, responsable del embarazo, otorga diversos síntomas, en los que pudiera estar asociado la hiperémesis gravídica.
Pese a ello, no se debe confundir con las nauseas del embarazo, ya que, como se mencionó previamente, este episodio se da en los primeros tres meses de gestación y es leve.
Síntomas de la hiperémesis gravídica
Los síntomas capitales son vómitos precedidos de náuseas, que son persistentes en el embarazo.
A diferencia de los vómitos o náuseas fisiológicas en el embarazo, en esta no hay perdida del apetito y la paciente puede ingerir sin ningún tipo de problemas.
Sin embargo, lo que ingiera la paciente, lo pierde con la persistencia de los vómitos, sumado a otros síntomas gastrointestinales como estreñimiento, salivación excesiva y pérdida del peso.
Con respecto a la pérdida de peso, hay que tomar muy en cuenta que durante esta etapa, es fundamental ese apartado, ya que, un déficit del peso, puede provocar perturbaciones en el crecimiento del bebé.
A su vez, existe signos de deshidratación, como orinas turbias u oscuras, debilidad generalizada, mareos y desmayos.
Pese a mantener el apetito y la sed, la madre se siente incapaz de ingerir alimentos y líquidos en cantidades normales.
Diagnóstico
Ante la presencia de estos síntomas, es recomendable que acudas al médico para valoración y monitoreo de tu salud y la de tu bebé.
Generalmente, el médico notará algunos indicios de la hiperémesis gravídica, dependiendo del tiempo y también, de la hora de acudir al centro de salud.
Aparte del examen físico exhaustivo, como la toma de tensión arterial, frecuencia respiratoria y cardiaca, pulsaciones y demás aspectos de la examinación, el médico puede sugerir análisis de sangre y orina.
Entre los exámenes que indica el médico, están hematología completa, análisis de orina (haciendo énfasis en la posible pérdida de proteínas), electrólitos y química sanguínea.
Por su parte, el médico monitoreará la salud del bebé, a través, del ecograma obstétrico, con la finalidad, de observar los latidos cardíacos y bienestar fetal.
Tratamiento
Lo principal, es identificar los factores que desencadenen la aparición de los síntomas, como es el ruido, luces fluorescentes, parpadeantes, estrés, alimentos condimentados, bebidas gaseosas, alcohol y los olores fuertes.
Ante tal factores, se recomienda a la paciente evitar esos factores y usar siempre ropa cómoda, para evitar la aparición de los síntomas de la hiperémesis gravídica.
Por su parte, se ha demostrado, a través de estudios, que la vitamina B6 (en dosis menor de 100 mg diarios), disminuye considerablemente la aparición de las náuseas y vómitos.
De igual forma, debe contactar al médico tratante, qué medicamentos puede ingerir para tratar los síntomas, evite la automedicación.
Consideraciones finales
Es fundamental, que ante la presencia de mareos persistentes, náuseas, vómitos y vértigo, contacte al médico de confianza o acuda al centro de salud cercano a su domicilio.
Asimismo, si nota intolerancia a los líquidos y sólidos, aparición de los síntomas en las primeras 12 horas y que sean persistentes, dolor abdominal y sangrado, de inmediato, asistir al médico.
Recuerda que la automedicación no es buena consejera y más en el embarazo, tu salud es primordial, al igual que la de tu bebé. ¡Nos vemos en una próxima entrega!
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