La lactancia materna es una de las mejores formas de alimentar y proteger a tu bebé durante sus primeros meses de vida. Sin embargo, muchas madres se preguntan hasta cuándo deben seguir amamantando a sus hijos y si hay algún beneficio en prolongar la lactancia más allá del primer año. En este artículo te explicaremos 7 beneficios de la lactancia prolongada, y cómo puedes manejar los posibles inconvenientes o críticas que puedas recibir por tu decisión.
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¿Qué es la lactancia prolongada?
Es aquella que se extiende más allá de los 12 meses (1 año) de edad del bebé. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, y luego complementarla con otros alimentos hasta los 2 años o más, siempre que sea posible y deseado por la madre y el niño.
Por otro lado, no hay una edad límite para dejar de amamantar, ya que cada caso es diferente y depende de las necesidades y preferencias de cada familia. Lo importante es que la lactancia sea una experiencia positiva, placentera y respetuosa para ambos.
7 beneficios de la lactancia prolongada
La lactancia prolongada tiene múltiples beneficios o ventajas tanto para la madre como para el niño, entre los que se destacan, estas siete que, a continuación, detallaremos:
1- Estimulación del sistema inmunológico
Uno de los beneficios de la lactancia prolongada, es el reforzamiento del sistema inmunológico del niño, protegiéndolo de enfermedades infecciosas, alergias, asma, diabetes, obesidad y cáncer.
2-Favorece el desarrollo del niño
Por su parte, el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño, resulta ser beneficioso con la prolongación de la lactancia.
El dar de pecho superior a la edad estimada, permite la estimulación de su inteligencia, autoestima, seguridad y su vínculo afectivo con la madre.
3- Reduce el riesgo de cáncer
De igual forma, la lactancia materna prolongada, favorece a la disminución de riesgo de cáncer de mama, ovario y útero en la madre,
Asimismo, reduce el riesgo de otras enfermedades como osteoporosis, anemia y depresión postparto, esta última, de extenderse por más de dos años.
4- Favorece a la recuperación del peso
Entretanto, ayuda a la recuperación del peso corporal y del útero después del parto, al facilitar la contracción uterina y la quema de calorías.
De igual forma, la extensión de la lactancia materna, estímula al metabolismo, reduciendo la aparición de grasa cutánea.
5- Retarda la ovulación y regula el ciclo menstrual
A medida que la lactancia materna se prolonga, el ciclo menstrual de la madre se ve retrasado.
Por lo tanto, contribuye a la planificación familiar natural, al retrasar el retorno de la ovulación y la menstruación en la madre.
6- Un banco de leche siempre disponible
La alimentación del niño es fundamental, y la lactancia que se extiende a la edad estimada, favorece a que se produzcan más hormonas que segregan leche materna.
Por tal motivo, el pecho materno siempre está disponible a cualquier hora, momento y en el deseo del niño.
7- Es un canal de alimentación
Existen diversos mitos sobre la lactancia prolongada, y uno de ellos es que “la leche se transforma en agua” y no da los nutrientes necesarios al niño, y eso es completamente FALSO.
La lactancia prolongada tiene nutrientes que sí alimentan al niño y le otorga de beneficios tanto para la salud de la madre como del infante.
¿Cómo manejar los inconvenientes o críticas de la lactancia prolongada?
A pesar de los beneficios evidentes de la lactancia prolongada, muchas madres se enfrentan a dificultades o comentarios negativos por parte de su entorno social o familiar, que pueden generarles dudas, culpa o vergüenza.
Algunos de los inconvenientes o críticas más comunes son:
- La presión social o cultural para destetar al niño antes de que él o ella lo desee, basada en mitos o prejuicios sobre la lactancia prolongada.
- Falta de apoyo o comprensión por parte de la pareja, los familiares o los amigos, que pueden cuestionar la decisión de la madre o interferir en su relación con el niño.
- Dificultad para conciliar la lactancia con el trabajo, los estudios o las actividades personales, que pueden exigir una mayor organización o flexibilidad por parte de la madre.
- La posible aparición de molestias físicas como dolor en los pezones, mordiscos o succión excesiva por parte del niño, que pueden requerir una mayor atención o cuidado por parte de la madre.
Ante estos inconvenientes o críticas, es importante que la madre se informe bien sobre los beneficios de la lactancia prolongada, que confíe en su instinto y en su capacidad para decidir lo mejor para su hijo y para ella misma, y que busque el apoyo de otras madres que hayan vivido o estén viviendo una situación similar.
Conclusión
La lactancia prolongada es una opción personal y válida que puede aportar muchos beneficios a la madre y al niño.
Por otra parte, no hay una edad correcta o incorrecta para dejar de amamantar, sino que depende de las necesidades y deseos de cada uno.
En definitiva, es fundamental y relevante que la lactancia sea un acto de amor, respeto y libertad entre madre e hijo. Sin críticas, objeciones o comentarios negativos que, en vez de ayudar, hacen es dañar a los sentimientos maternos.
Con estos 7 beneficios de la lactancia prolongada, esperamos resolver tus dudas sobre este acto de amor y conexión con tu bebé.
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